Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México desde octubre de 2024, se ha consolidado como una de las figuras más visibles y con desempeño destacado en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Su estrategia de comunicación, coordinación con autoridades estatales e impacto mediático lo posicionan con creciente reconocimiento nacional.
🛡️ Visibilidad y liderazgo
Desde su llegada al gabinete federal, Harfuch ha mantenido una presencia constante en las conferencias matutinas, en operativos relevantes contra el crimen organizado y en redes sociales institucionales, lo que ha elevado su perfil público.
📊 Reconocimiento y potencial electoral
Antes de renunciar a la candidatura en la CDMX, difundidas encuestas lo ubicaban con más del 50 % de preferencia entre aspirantes de Morena, superando ampliamente a sus competidores como Santiago Taboada o Clara Brugada. Aunque finalmente no fue postulado por criterios de paridad, estos resultados reflejan un respaldo ciudadano significativo.
En el ámbito federal, su gestión ha sido considerada como una de las mejor evaluadas dentro del Ejecutivo, junto al secretario de Economía Marcelo Ebrard, en medio de desafíos como la crisis con Estados Unidos.
⚖️ Fortalezas y desafíos
Su trayectoria militar y policial, combinada con una formación en Derecho, le ha dotado de una imagen de autoridad y resolución. Además, se le reconoce por impulsar reformas estructurales dentro de la Secretaría de Seguridad, como la creación de la Subsecretaría de Investigación e Inteligencia Policial, y mayores facultades de coordinación nacional.
Desde sus inicios en la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante la administración de Felipe Calderón (PAN), Harfuch ocupó puestos clave en inteligencia y prevención del delito, y fue coordinador estatal de la Policía Federal en Guerrero (2012–2014). Posteriormente, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI), asumió la dirección de la División de Investigación y llegó a ser comisionado de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR (2016–2019), liderando operativos de alto impacto como la detención del capo Dámaso López. Su paso por esas administraciones ha permitido que su trayectoria sea reconocida incluso por sectores opositores, otorgándole legitimidad en distintos espectros políticos y fortaleciendo su imagen como servidor público capaz de operar con autonomía institucional
Sin embargo, su perfil no está exento de controversia: ha sido cuestionado por la alta percepción de inseguridad que aún impera en el país. Estos señalamientos son especialmente sensibles entre sectores de derecha que demandan mayor seguridad.
🧭 ¿Próximo aspirante presidencial?
Aunque aún no ha expresado interés abierto por la candidatura presidencial, sin embargo, su visibilidad, disciplina institucional y capacidad para capitalizar éxitos operativos lo colocan como una figura con potencial político notable en Morena y en el escenario nacional.
Todo dependerá de su desempeño en temas clave —como seguridad, contrapesos institucionales y rendición de cuentas— y de cómo evolucione su relación con la dirigencia del partido y el electorado.