La población y turistas pueden contribuir a la seguridad y conservación al respetar la señalética, mantener distancia, no ingresar a su hábitat ni alimentarlos
La educación ambiental, en particular sobre la especie, es clave para reducir incidentes y fomentar una convivencia responsable con los cocodrilos
Para preservar al cocodrilo de río (Crocodylus acutus), y garantizar la seguridad de la población y visitantes de Puerto Vallarta y sus alrededores, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), invita a seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar encuentros negativos y fomentar una convivencia responsable con esta especie nativa y protegida.
Daniel Graf Pérez, Director General de Recursos Naturales de SEMADET, presentó los avances de la Estrategia para la Convivencia Responsable Humano–Cocodrilo, un espacio interinstitucional que reúne a autoridades de los tres niveles de gobierno, academia, asociaciones civiles y sector empresarial, con el objetivo de reforzar la seguridad y la conservación de la biodiversidad.
Graf Pérez subrayó que la participación de la ciudadanía y visitantes es clave para la estrategia, por lo que recomendó mantener distancia con la especie, no ingresar al hábitat natural, evitar alimentarlos o acercarse para fotografías, y atender la señalización en zonas con presencia de cocodrilo.
Señaló que, en algunas zonas, las personas alimentan a los cocodrilos, por lo que hizo un llamado a no realizar esta práctica ya que los animales pueden improntarse, es decir, asociar a los humanos con la comida, lo que altera su comportamiento y genera interacciones negativas.
“El tema de educación y comunicación es fundamental para lograr que las personas visualicen a los cocodrilos como un elemento más de Puerto Vallarta, no necesariamente como una plaga o como un ente negativo que les va a hacer daño, porque por su propia naturaleza no va a ser así”, explicó Graf Pérez.
De acuerdo con datos históricos en los últimos 52 años se han registrado 31 incidentes entre personas y cocodrilos, con un único deceso.
Sin embargo, desde el 2000 se reporta un promedio de, al menos, dos ataques por año de humanos hacia cocodrilos, lo que evidencia que el mayor riesgo lo enfrenta la especie.
“Lamentablemente, las interacciones negativas que hemos tenido entre humanos y cocodrilos en los últimos años se han debido porque las personas ingresan a los sitios donde están los cocodrilos, a pesar de que la mayoría de los sitios que tienen cocodrilos habitando tienen señalética clara que indica que ahí están”, explicó.
“Ha sido un asunto que está relacionado a educación y comunicación, por eso este eje es tan relevante para nosotrosy por supuesto, prevención y vigilancia”, indicó el Director.
Agregó que la estrategia que se lleva a cabo contempla tres ejes de acción, que son vinculación interinstitucional, educación y comunicación; y prevención y vigilancia.
Entre las medidas destacan la homologación de señalética en esteros y playas, programas de capacitación y reforzar el protocolo de acción.
En el ámbito de educación ambiental, se busca generar conciencia para construir una mejor relación con la fauna silvestre.
Por ello, destacó el caso de un cocodrilo rescatado en el Parque Estatal Estero El Salado, que actualmente está en proceso de recuperación debido a que se localizó aislado en un predio y totalmente desnutrido, este animal será liberado una vez que su estado de salud lo permita.
Actualmente, se estima que existen entre 300 y 350 cocodrilos adultos en Bahía de Banderas, Nayarit y Puerto Vallarta, lo que confirma que no son una plaga, sino que sus números son bajos y representan un importante factor para la conservación de los ecosistemas costeros de la región.